Por: Prof. Daphne E. Ricci Storer, I.Y.T.A.

8 de junio de 2021

Un día caminando por los anchos pasillos de un centro comercial, descubrí una tienda muy interesante. En ella encontré bisutería, libros, inciensos, ropa, etc. Me entretuve mirando los artículos, caminando de un lado al otro extremo de la tienda, hasta llegar a un libro que cautivó mi atención. Lo sostuve en mis manos, leí varias de sus páginas y el tema me fascinó, me encantó tanto que compré el libro.  


Y ese mis amigos, fue mi primer paso en el yoga, comprar un libro de yoga hace más de 25 años. Así fue que comencé a interesarme por el yoga, leyendo y estudiándolo. Compré libros sobre múltiples temas, los chakras, las asanas, meditaciones. En esa primera etapa de aprendizaje leí mucho, luego fue que empecé a conocer, aprender y practicar las asanas. Recuerdo que después de horas laborables me reunía con un pequeño grupo de compañeras de trabajo y amigas para practicar yoga en la playa. A esa hora mientras nos llenábamos de energía vital haciendo asanas, disfrutábamos de hermosos atardeceres con el océano de fondo.


El yoga es un mundo fascinante que ayuda a estabilizar las tormentas mentales y propicia un gran amor propio. Por eso, cuando abro los ojos en la mañana agradezco mi existencia y por haber dado ese primer paso en el yoga. Por haber tenido la disposición de leer, aprender y educarme. Ha sido una experiencia sumamente gratificante poder explorar nuevos caminos para conocer mi ser interior mejor.


A través de las décadas, el yoga ha sido una herramienta muy útil en mi vida para poder trabajar con todas las situaciones cotidianas que en ocasiones acaparan mi paz interior. Ha sido durante las diversas situaciones emocionalmente fuertes o sumamente alegres en donde el yoga entra en acción para crear equilibrio y serenidad en mi cuerpo y mente. Lo mejor de todo, es saber que cuento con unas enseñanzas que me ayudará a dar siempre lo mejor de mi en cada situación, a respetar, a crear acciones nacidas del amor y cuidar mis palabras para no hacer daño.


Así como yo di mi primer paso en el yoga, con el simple gesto de comprar un libro. Te pregunto: ¿ya tú diste el tuyo? Si interesas obtener los extraordinarios beneficios y disfrutar del yoga, es importante que des ese primer paso. Sea cual sea, es darlo. Se que cuando coloques tu pie de frente y comiences a caminar en este hermoso sendero del yoga…vas a descubrir tanto bienestar para ti que nunca vas a dejar de caminar. Al contrario, ¡vas a querer correr y espero encontrarte por el camino!


¡Hasta la próxima, amigos!

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