Por: Prof. Daphne Ricci Storer, I.Y.T.A.
5 de julio de 2021
Existen enormes ríos que atraviesan ciudades inclusive países entero y por sus canales navegan embarcaciones. En su gran mayoría comerciales, otras llenas de turistas y en ocasiones alguna que otra romántica pareja que le gusta ver el atardecer flotando en su bote. Sin importar la razón por la cual esa embarcación navega las aguas de un caudaloso río, todos navegan en orden, por el medio del canal y evitando golpear un objeto o lugar de poca profundidad para llegar a su destino sin incidentes.
Si comparamos nuestro cuerpo con los canales de los ríos, no hay mucha diferencia, ya que tenemos canales por todo nuestro cuerpo. Estos son nadis, canales sutiles por donde circula la energía vital, el prana, para activar todo nuestro organismo y diferentes partes del cerebro cuando realizamos pranayamas (ejercicios de respiración).
En nuestro cuerpo existen 72,000 nadis o canales sutiles, y todos tienen su origen en el Kanda o bulbo que está entre los primeros tres chakras: muladhara, svadhisthana y manipura. De los miles que existen, podemos decir que 10 son los mas importantes y de esos, tres son los que controlan a todos los demás.
El canal central y principal es el Sushuma, ubicado en el interior de la columna vertebral, asciende desde el coxis y termina en la cavidad cervical. Es neutral, es el eje de la vida y de la sensibilidad, y corresponde a la energía espiritual. Los siete chakras o centros energéticos del cuerpo están conectados a él porque su energía pasa a través de ellos ya que esta se transporta por este canal de manera vertical.
Los dos nadis que siguen en importancia son: Ida y Pingala. Ida sale de la fosa nasal izquierda y termina en la base de la espina dorsal en el lado derecho del perineo. Nos ayuda a transportar el prana lunar y ascendente, esa energía de fuerza psíquica o mental. Esta controla los procesos mentales, intelectuales y analíticos. Pingala, nace en la fosa nasal derecha y llega hasta la base de la columna vertebral al lado izquierdo del perineo. Transporta el prana solar, energía de fuerza física y vital. Este controla los procesos vitales y fisiológicos.
Para que toda embarcación tenga una travesía segura el Capitén, antes de zarpar, se asegura de cotejar hasta el más mínimo detalle de su nave. A nosotres nos corresponde hacer lo equivalente, es nuestra responsabilidad cotejar nuestro cuerpo. Lo podemos mirar, escuchar y sentir para identificar lugares donde haya energía estancada.
Así como los filtros de combustible llenos de sucio no permiten el máximo desempeño de los motores de la embarcación, así pasa en nuestro cuerpo. Reconocer donde tenemos un “filtro” tapado, donde tenemos un nadi obstaculizado, es invaluable para trabajarlo. Entonces, podríamos decir que filtros nuevos ayudan al cuerpo, pero cómo los consigo.
La meditación y los pranayamas son los filtros que necesitas para que tus canales tengan una función máxima. Usar la meditación y los ejercicios de respiración nos ayudan a tener los nadis equilibrados, y despertar la energía Kundalini. Con la mente sosegada haciendo respiraciones profundas y conscientes, equilibraremos la energía prana, que es la energía vital que se origina en nuestro cuerpo; con la energía apana, la energía que limpia, la que nos ayuda a expulsar del cuerpo lo que sobra y no deseamos.
¡Busca tus nuevos filtros y úsalos para que tu cuerpo tenga una vida placentera y sientas la tranquilidad que se vive con los nadis equilibrados!
Hasta la próxima, amigos.